LA OPERACIÓN
TORMENTA DEL DESIERTO
Una
suposición frecuente en relación con los defectos del software es que los perjuicios ocasionados están cubiertos por la
garantía del proveedor. Sin embargo, esta solo incluye la corrección de los
errores en la aplicación, no la indemnización por los danos adicionales que
estos han ocasionado como el caso del
llamado “La operación Tormenta del Desierto”.
La
respuesta de Irak fue el ataque con misiles (cohetes Scud)
en la región de Arabia Saudita e Israel. La estrategia defensiva por ésta
última consistió en la instalación de, lo que supuso una novedad en la carrera
armamentista, cohetes Patriot, que a través de la teledirección por laser
neutralizaban en vuelo a los misiles.
Tras
esta primera embestida, se iniciaron las ofensivas por tierra. Este segundo
ataque duró solo cuatro días, desde el 24 al 27 de febrero en que Kuwait y el
sur de Irak fueron fuertemente bombardeadas y la capital kuwaití liberada. Aún
así, los costos en vidas cobradas fueron significativos: doscientos mil
iraquíes, cuyo cincuenta por ciento estaba constituido por civiles.
Si la denuncia del veterano Jim Brown tiene
fundamento, ¿qué podría haber decidido al gobierno estadounidense a lanzar una
pequeña bomba atómica justo el último día de la guerra? Sólo podemos aventurar
una hipótesis: dos días antes de la supuesta decisión de lanzar una bomba
atómica, el 25 de febrero, un misil Scud de los iraquíes alcanzó la base
estadounidense de Dhahran, en Arabia Saudí, con un saldo de 28 militares
muertos y 99 heridos. Esto provocó una fuerte reacción estadounidense: la noche
del 26 al 27 de febrero una columna de coches de fugitivos fue destruida por
completo justo al otro lado de la frontera de Kuwait. Es posible que no fuese
la única acción de represalia. Es una hipótesis aventurada, pero la política
del gobierno estadounidense en el 91 fue calculadamente ambigua.
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